El melodioso ruiseñor y el astuto gavilán son las piezas del mes de octubre en el Museo de Historia Natural

Publicado el 09 Octubre 2018
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Subido en un alto roble, un ruiseñor cantaba como de costumbre. Lo vio un gavilán hambriento, y lanzándose inmediatamente sobre él, lo apresó en sus garras. Seguro de su próxima muerte, el ruiseñor le rogó que le soltara, diciéndole que con sólo él no bastaría para llenar su vientre, y que si en verdad tenía hambre, debería de apresar a otros más grandes. El gavilán le repuso: —Necio sería si te oyera y dejara escapar la presa que tengo, por ir a buscar a la que ni siquiera he visto.

Esopo 620-564 A.C.

La fábula de Esopo nos deja una importante moraleja: “No dejemos los bienes que ya tenemos, por ilusiones que ni siquiera divisamos”. Además del aprendizaje que puedes aplicar en tu vida diaria, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría del Medio Ambiente te invita a conocer a estos ejemplares en el Museo de Historia Natural.

El Cenzontle común o ruiseñor (Mimus polyglottos) se distingue porque produce sonidos con repeticiones variadas e imitaciones ingeniosas. Son audaces para proteger su nido y atacan tanto a los gatos, perros o humanos que se atrevan a acercarse demasiado. Su nombre en inglés es Mockingbird que significa “pájaro burlón”, pues imita los cantos de diversas especies, con lo que sorprende a otras aves, cuando imita por ejemplo, una llamada reproductiva.

Habita en amplias zonas de América del Norte y el Caribe, desde Canadá, México y Cuba. Su población se cataloga como preocupación menor; pero no te dejes engañar por el “canto del cenzontle, ave de cuatrocientas voces”, como le llamaba el sabio tlatoani de Texcoco, Nezahualcóyotl.

Por su parte, el Gavilán de Cooper (Accipiter cooperii), tiene presencia desde Canadá hasta Costa Rica, su nombre científico proviene de los términos latinos accipere y capare, que significan agarrar o tomar. La especie se nombró en honor de William Cooper (1798-1864), zoólogo y colector norteamericano quien capturó un ejemplar de esta especie.

Por lo regular, el Gavilán caza de manera furtiva aves y mamíferos pequeños; observa, escucha y acecha a su presa para luego capturarla de manera repentina y veloz. Se comunican con otros individuos de su especie, a través de vocalizaciones y exhibiciones visuales, ya que su hábitat boscoso o de arbolado denso impide que se vean entre sí. Un estudio registró 42 llamadas diferentes hechas por las hembras, 22 por los machos y 14 por crías y juveniles.

Además de conocer más sobre nuestras piezas del mes, puedes acudir al Festival Alas Metropolitanas: 10 años volando juntos, que continúa sus actividades el segundo fin de semana de octubre con diversas actividades que podrás conocer a través de nuestras redes sociales.

El Museo de Historia Natural se encuentra en la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec, abre sus puertas de martes a domingo, entre 10:00 y 17:00 horas. La entrada general tiene un costo de $27.00 pesos; maestros y estudiantes con credencial vigente: $12.00. Las visitas guiadas tienen un costo de $9.00, el servicio de silla de ruedas no tiene costo; adultos mayores, personas con discapacidad y menores de 3 años tienen entrada libre.

Para mayor información comunicarse al 55156304 ext112 y 113 o consultar la página: data.sedema.cdmx.gob.mx/museodehistorianatural o las cuentas de Facebook: @museodehistorianaturalcdmx, Twitter: @MHNCA_CDMX e Instagram: @mhnca.

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