“México es el centro de origen del maíz”: Julia Álvarez Icaza

Publicado el 29 Septiembre 2025
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En el marco del Día Nacional del Maíz, la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México destacó que el país resguarda el mayor banco de germoplasma vivo del mundo y subrayó que su protección es clave para la soberanía alimentaria.

  • La presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó que la Constitución prohíbe el maíz transgénico y anunció el programa nacional Sin Maíz No Hay País para fortalecer a pequeños productores.

  • La secretaria Alicia Bárcena destacó que México es centro de origen del maíz, con 64 razas documentadas y prácticas comunitarias que sostienen su diversidad genética.

En el marco del Día Nacional del Maíz, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la Conferencia del Pueblo de este 29 de septiembre en Palacio Nacional, estuvo acompañada por la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, y la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Julia Álvarez Icaza, quienes resaltaron la importancia cultural, social, económica y ambiental de este grano que constituye la base de la identidad nacional.

La presidenta Claudia Sheinbaum recordó que, gracias a la reforma constitucional impulsada este año, quedó prohibida la siembra de maíz transgénico en México, con lo que se protege la riqueza genética de las variedades nativas. Mostró razas tradicionales como los elotes occidentales, harinoso de ocho, ancho y uruapeño, y advirtió que sin esta protección, dichas variedades estarían en riesgo: “Si no hubiéramos puesto en la Constitución que está prohibido sembrar maíz transgénico, todas estas variedades estarían en riesgo. Y estas variedades son por miles de años domesticadas por primero los pueblos originarios, y ahora en general por los campesinos”.

Agregó que desde 1994, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, el precio del maíz en México se define a través de la Bolsa de Valores de Chicago, la cual no distingue entre el maíz nativo y el transgénico amarillo proveniente de Estados Unidos, lo que ha afectado principalmente a los pequeños productores. Señaló que el precio ha fluctuado entre 7,500 pesos por tonelada en 2021–2022 y menos de 5,000 pesos actualmente, lo que genera problemas graves para quienes dependen de la venta de sus excedentes.

En este sentido, Sheinbaum anunció un programa nacional que se presentará el próximo año, como parte de la estrategia Sin Maíz No Hay País. Este plan busca fortalecer la economía campesina mediante esquemas de valor agregado, como tortillerías comunitarias impulsadas por los propios productores, con el fin de mejorar los precios de venta y garantizar bienestar en las comunidades.

En su intervención, la presidenta Claudia Sheinbaum también explicó que la conservación de los maíces nativos no depende únicamente de declaratorias de suelo de conservación o áreas naturales protegidas, sino de la protección y fortalecimiento de los sistemas agrícolas comunitarios. Recordó que en la Ciudad de México el suelo de conservación representa la mitad del territorio capitalino —alrededor de 80 mil hectáreas—, pero subrayó que a nivel nacional los maíces nativos se encuentran principalmente en zonas rurales donde se cultiva la milpa. “La conservación de estos no necesariamente tiene que ver con decretar una zona como suelo de conservación o área natural protegida, sino más bien con la conservación del tipo de cultivo y el apoyo a este tipo de cultivo, principalmente de pequeños productores, ejidatarios y comuneros en nuestro país”, enfatizó.

Por su parte, la secretaria Alicia Bárcena subrayó que México es centro de origen y domesticación agrícola de más de 200 especies, entre ellas el maíz, domesticado hace más de 9,000 años a partir del teocintle. Actualmente se han documentado 64 razas de maíz, de las cuales 59 son nativas, capaces de cultivarse en los 32 estados, desde el nivel del mar hasta los 3,400 metros de altitud.

Explicó que la diversidad genética del maíz se mantiene viva gracias a prácticas comunitarias como el intercambio de semillas, vinculadas a celebraciones agrícolas como la de San Miguel Arcángel, guardián de las cosechas. Destacó que las mujeres campesinas desempeñan un papel central en la selección de granos para la siguiente siembra, lo que garantiza la continuidad y evolución del cultivo.

Bárcena recordó que, frente al cambio climático, esta riqueza genética es esencial para enfrentar sequías e inundaciones y garantizar la soberanía alimentaria. Añadió que las reformas a los artículos 27 y 47 constitucionales refuerzan esta protección al reconocer al maíz como identidad y patrimonio biocultural, prohibir los transgénicos y reconocer al sistema milpa como expresión de agrobiodiversidad.

Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Julia Álvarez Icaza, quien situó la celebración dentro de las tradiciones campesinas: “Hoy en cientos de pueblos y comunidades se festeja al maíz y a San Miguel Arcángel, celebraciones de prosperidad y abundancia que se pintan de amarillo pericón”. Explicó que en esta fecha las familias colocan cruces de flores de pericón en casas, milpas y vehículos para anunciar el inicio de la cosecha y el corte de los primeros elotes.

Álvarez Icaza evocó la diversidad del maíz en el territorio nacional, desde el elote jala de Nayarit, conocido por su tamaño, hasta el cacahuazintle de Topilejo en la capital, de grano grande y harinoso, utilizado en pozole y esquites. Recordó que México cuenta con el mayor banco de germoplasma vivo del mundo, conservado no en colecciones, sino en cada ciclo agrícola a través de la siembra campesina.

La secretaria enfatizó que el maíz es más que alimento: forma parte de la vida cotidiana de millones de personas en México, desde el tamal y el atole en la mañana hasta los tlacoyos, sopes o tacos que se consumen a lo largo del día: “No por nada quienes vienen de lejos dicen que en México huele a maíz”.

Asimismo, profundizó en la diferencia entre maíz transgénico y maíz híbrido, dos categorías que suelen confundirse en la opinión pública. Aclaró que el primero implica manipulación genética y un paquete tecnológico asociado con complicaciones, mientras que el híbrido y los mejorados a partir de variedades nativas permiten alcanzar la autosuficiencia alimentaria sin comprometer la riqueza genética: “México no es cualquier país en términos de maíz, México es el centro de origen. Es por eso que la protección es especial y el parámetro de protección que necesitamos tener en nuestro país es diferente al resto de otros países”.

Finalmente, Álvarez Icaza rindió homenaje a campesinas, campesinos, pueblos indígenas, científicos, artistas y organizaciones que durante décadas han defendido al maíz como patrimonio nacional: “Que se escuche fuerte y claro: sin maíz no hay país”.